Durante la primera semana de marzo, en la ciudad de Concepción, se llevó a cabo la reunión anual del equipo nacional del proyecto Fondecyt Regular 1221159, correspondiente a la finalización del segundo de cuatro años de ejecución, cuyo objetivo central versó sobre la indagación de interacciones, prácticas, búsquedas y anhelos sobre justicia social de paridad participativa presente en las 14 aulas comunitarias dialógicas que actualmente forman parte del proyecto.
Participaron de esta reunión, investigadoras de las Universidades Arturo Prat de Iquique, Academia de Humanismo Cristiano, Católica del Maule y de Concepción, cada una de ellas a cargo de liderar la investigación en las regiones de Tarapacá, Metropolitana, Maule y Biobío respectivamente. Así como también, lo hicieron docentes que lideran las aulas comunitarias dialógicas en la región del Biobío.
La Investigadora responsable del Proyecto Dra. Donatila Ferrada destacó que “entre las principales conclusiones, en este periodo de investigación, se encuentra, la identificación, mayoritariamente, de interacciones, prácticas y reflexiones sobre justicia de reconocimiento cultural, seguidas de aquellas de representación participativa, quedando en menor evidencia las vinculadas a la redistribución de recursos paritarios. Cuestión que demuestra fehacientemente, que las aulas comunitarias dialógicas logran avanzar notoriamente en justicia social de paridad participativa”.
Por su parte, la co-investigadora Dra. Blanca Astorga, a cargo de la región Metropolitana, planteó que “la reunión resultó muy interesante, por un lado, por la importante participación de docentes integrantes de varias de las aulas. También fue alentador y motivante reconocer el valioso aumento de aulas que hoy son parte del proyecto y ver con ello como se nutre de riquezas experienciales y culturales el proceso de construcción de saberes que vamos alcanzando. Por último, ir constatando como el proceso de acción e investigación colectiva permite a las personas en las aulas, reconocer las diferentes praxis de redistribución, reconocimiento cultural y representación que promueven y en ese ejercicio dialógico, identificar injusticias por erradicar y transformaciones que operan en favor de la justicia social”. La Dra. Astorga, también se pronunció particularmente sobre los hallazgos en la región metropolitana, aseverando que “se observa una predominancia, de categorías de reconocimiento cultural, las cuales obedecen principalmente a aspectos de la cultura comunitaria, como lo son en este caso, el vínculo de relación entre las y los participantes con la naturaleza, la inclusión permanente de saberes de las personas en las acciones de aula, dentro de ellas se destacan aquellos saberes que comparten las madres y estudiantes de niveles mayores en el aula de enseñanza básica”.
Por otra parte, la Dra. Gianina Dávila, a cargo de las aulas de la región de Tarapacá, quiso destacar su propia experiencia durante el proceso investigativo de carácter participativo, afirmando que “una de las cosas que he aprendido es que el conflicto es parte de un aula comunitaria dialógica como debería pasar en la vida comúnmente. La diferencia es que participando en aulas le damos una 2da vuelta, lo reflexionamos a partir de percepciones dialógicas. Es decir, asumimos el conflicto, al contrario de la vida cotidiana, donde en general no hay tiempo para hablarlo, ni menos reflexionarlo”.
Desde la perspectiva de los docentes el profesor Kevin Campos afirmó que “al conocer otra experiencia, como fue analizar parte de las interacciones del aula de La Tirana, considero que la línea de trabajo dialógico refleja perse como la praxis muta en diferentes realidades, evidenciando acercamientos de importantes brechas sociales, bajo miradas y situaciones abiertas a la justicia e injusticia; lo que me permitió internalizar el impacto de cada colectividad, donde el reconocimiento de cada individuo y la valoración de sus relaciones permite tener una amplia mirada de las comunidades”
