Pese a las dificultades, el aula comunitaria de Calera de Tango no perdió los vínculos entre sus participantes. Primeramente, los adultos fueron quienes se organizaron para mantenerse activos y atentos a las necesidades de los y las estudiantes, para luego iniciar los encuentros semanales. Posteriormente, fueron niñas y niños con sus familias los que se coordinaron para poder estar presentes semana a semana en las actividades virtuales.

En un comienzo, se encontraron con dificultades y desafíos. La gran brecha digital, la débil y mala conexión de los alumnos, acentuado este dilema al ser una zona rural, fueron algunos de los problemas.  Gracias a la motivación e interés de estudiantes, profesores y familiares, se logró sortear la situación, logrando así aumentar la participación semanal en clases. No obstante, no se ha logrado abarcar a la totalidad de los estudiantes en este tipo de encuentros, por lo que los participantes de la comunidad continúan en búsqueda de soluciones.

Con el transcurso de los encuentros virtuales, las madres y otros familiares fueron incluidos en las clases, siendo protagonistas de muchos diálogos y de la resolución de diversos acertijos, de la reconstrucción de historias locales y hasta de la preparación de alimentos. Sin duda alguna, los y las estudiantes han jugado un papel fundamental en este proceso de vinculación remota, ya que ellos han mantenido funcionando el aula dialógica desde el impulso entusiasta y la permanente motivación por ser parte de las actividades. Así, el dialogo sincero, sencillo y lúdico ha sido la clave. Cada cámara encendida, cada comentario y saludo en el chat, cada opinión, escrita u oral, que fueron compartiendo niñas y niños ha sido un motor, “un tanque de oxígeno, en medio de la realidad actual”, señala una de las docentes.

Actualmente, las y los estudiantes comienzan el proceso de cierre del año escolar. Los adultos, por su parte, evalúan y se proyectan para el año 2021. Para esto, les preguntaron a los estudiantes sobre las clases realizadas y, entre ellas, la que fue su favorita. A continuación, se presenta la transcripción, sin editar, de los audios de los alumnos.  

“Hola profesora! Me gustaron mucho las clases y mi favorita fue cuando hicimos la tortilla. Chao, profesora, que esté muy bien”- I.R.

“¡Hola, tía! Las clases del viernes fueron entretenidas, vi a mis compañeros, aprendí y nos divertimos” -S.A.  

“Para mí, las clases fueron muy entretenidas, las clases de los viernes. El poder compartir con mis compañeros, verlos, entretenernos. También, las clases más entretenidas para mí fueron la de cocinar, amasar el pan. Eso fue mi clase entretenida” -E.C.

“¿Maestra, mi clase favorita?, ¡para mí, todas, absolutamente todas! ¡Chao, Maestra, que esté bien!” -M.Q.

“¡Hola, tía! Las clases me parecieron muy divertidas, me gustó ver a mis compañeros y me gustó compartir con usted, el profesor Eduardo y la tía Blanca y mi actividad favorita fue matemáticas”- F.C.

En estas expresiones se constata lo valioso que resulta, para adultos y estudiantes, lograr estrechar lazos afectivos que vinculen intereses y generen motivación por el encuentro colectivo, pese al virus y pese a la distancia. La escucha provocó que, “sin pensarlo, nos quedáramos con un trocito de sus afectos, mientras duran las vacaciones”, señala una de las colaboradoras del aula.

Clase virtual
Receta tortilla de rescoldo, parte de las actividades realizadas en clases
Familia mapuche comparte un poco de su cultura en clases
Cierre del año escolar online

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