La evaluación colectiva en el colegio Calera de Tango

EN EL COLEGIO CALERA DE TANGO LA EVALUACIÓN COLECTIVA DE LA LENGUA ESCRITA, RESULTA UNA HERRAMIENTA DEL AULA COMUNITARIA PARA AVANZAR EN EL APRENDIZAJE

Las actividades de Pedagogía Dialógica Enlazando Mundos se iniciaron este año en el colegio Calera de Tango con la evaluación de todas y todos los estudiantes teniendo como referencia la perspectiva psicogenética investigada por largos años por las argentinas Emilia Ferreiro y Ana Teberosky. Por ello que esta evaluación se aboca a comprender de forma amplia el proceso de adquisición de la lengua escrita, dando valor a los significados que en esta aula los estudiantes construyen juntos y que han quedado plasmados en sus escritos.
Lo anterior da cuenta de la necesidad de evaluar de forma amplia el nivel de aprendizaje tanto de la lectura y la escritura y ello pasa por comprender de forma situada el cómo los estudiantes adquieren y lograr desarrollar la lengua escrita. Esto implica identificar los diversos niveles y las diferentes hipótesis desde las cuales niñas y niños van construyendo el lenguaje, pues mediante él interactúan y construyen nuevos conocimientos. De esta forma se resta relevancia a la velocidad y fluidez lectora como únicos parámetros para valorar el aprendizaje. Tal como lo señalaría Emilia Ferreiro (2006) “leer no es descifrar, escribir no es copiar”, por el contrario, se constituye como un sistema de representaciones que los niños construyen para exponer su pensamiento, comprender el mundo letrado en el cual están inmersos e interactuar con sus pares y adultos.
En función a lo anterior, tanto docentes y adultos participantes de la Pedagogía Dialógica Enlazando Mundos, se volcaron a evaluar a los 35 estudiantes que componen el 3ero. básico A. De este modo, la acción de análisis que se realizará se verá enriquecida por las contribuciones que realizarán todos los actores y en base a los resultados se formulará un plan de trabajo que tendrá como propósito ser plenamente inclusivo, puesto que estimará las necesidades y las potencialidades de cada estudiante, sin hacer distinciones mayores, salvo aquellas que permitan poner en el centro de las decisiones didácticas los intereses temáticos propios en la infancia.
Cabe destacar que esta modalidad de evaluación resulta una interesante forma de concebir el proceso evaluativo toda vez que desestima la evaluación y el juicio individual que formula el docente frente a los logros de sus estudiantes. Junto a ello brinda la posibilidad de connotar de forma positiva las características y las necesidades que la totalidad de un grupo de estudiantes manifiestan, contribuyendo de ese modo a la construcción cultural de la lectura y la escritura, dado que permite valorar aquello que en el contexto de esta aula resulta relevante, interesante y significativo de aprender.




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